giovedì 20 giugno 2013

Cargar la Cruz de cada día.


La vida en sí misma representa para el hombre un continuo ponerse en juego: situaciones de trabajo que afrontar, relaciones interpersonales cotidianas, amor y desamor, situaciones de dolor, de alegría, de gozo, de enfermedad. Es también, por otro lado,  camino de TRANSFORMACIÓN, es decir, cada día nos esforzamos por ser mejores personas.
La vida está llena de esto, es mas, podríamos decir que la vida ES todo esto. 
Ahora bien, todo esto, en su parte de: esfuerzo, dedicación, constancia, dificultad, tenacidad, representa una parte del hombre a la que podemos llamar CRUZ. Además de muchas otras situaciones de dolor que ya en sí mismas representan nuestra CRUZ: Enfermedades, perdidas, pecados. (que es a lo que comúnmente la gente llama "mi Cruz").  Pues bien, al conjunto de todo esto, en nuestra espiritualidad, lo llamamos CRUZ de cada día.
Cargarla, significa pues, vivir mi vida al estilo de Jesús. Tomar las riendas de mi vida, ser responsable de ella y decidir cómo vivirla, es precisamente ser corresponsable con mi libertad asumiendo los compromisos de vida con entereza, con dignidad.
Cargar mi cruz de cada día implica ser guerrero en la lucha contra el mal, el pecado, la comodidad, la injusticia.
Implica ser paciente conmigo mismo, con mis errores, con mis desaciertos, con mis inconstancias... levantarme y seguir en la lucha de ser PERSONA, CRISTIANO, SANTO!
Vivir la cruz significa AMAR mi VIDA. Significa imitar a Cristo, que descubriendo la voluntad de Padre, se abraza a ella y la lleva hasta sus ultimas consecuencias.
La Cruz, es siempre un ejercicio de ABAJAMIENTO, de HUMILDAD. Es siempre un AMOR SACRIFICADO en favor de OTROS. La Cruz, vivida al modo de Jesús es siempre soteriologica.